La "justicia comunitaria" respaldada por el gobierno de Evo
Morales está fuera de control. En estos siete días, golpearon y
enterraron vivos a cuatro supuestos delincuentes, varios de ellos
menores de edad.
Cuatro personas han muerto linchadas en la última semana en
el suroeste y centro de Bolivia, a manos de personas que afirman haber
actuado bajo el amparo de la "justicia comunitaria", informaron hoy
fuentes oficiales.
Uno de los casos más recientes se produjo anoche en la región andina
de Potosí, donde un joven de 16 años fue golpeado y enterrado vivo por
pobladores del municipio de Colquechaca, a unos 330 kilómetros al sur de
La Paz, informó a los medios el fiscal de Distrito, José Luis Barrios.
Según el fiscal, el joven estaba acusado de haber violado y asesinado
a una mujer de 35 años y "una vez que le identificaron, le agarraron y
anoche procedieron a enterrarle vivo".
Medios locales informaron que el hombre fue enterrado en la misma fosa que la mujer a la que supuestamente violó y asesinó.
También ayer, otros dos hombres de 17 y 21 años fueron quemados vivos
por campesinos del pueblo de Tres Cruces, igualmente en Potosí,
acusados de haber asesinado a un taxista, dijo el comandante
departamental de la Policía, coronel Luis Cardozo.
El oficial explicó que los dos jóvenes contrataron el servicio del
taxista, pero le asesinaron para vender su coche en la región vecina de
Chuquisaca.
El cuarto linchamiento se produjo el pasado fin de semana en un
pueblo de la zona central del Chapare, en Cochabamba, donde chóferes y
campesinos capturaron, golpearon y prendieron fuego a seis presuntos
ladrones, de los que uno murió.
El fallecido era supuestamente el cabecilla de una banda que se
hacían pasar por policías antinarcóticos para realizar los robos, según
la prensa local.