En el distrito de Haidian de Pekín, la capital de China, una estructura llama la atención sobre las
demás. Uno de los edificios cuenta con un extraño agregado en su
azotea: una enorme mansión construida ilegalmente por un vecino
adinerado.
Se trata de una villa de 800 metros cuadrados,
propiedad del presidente de una cadena estatal de medicina tradicional,
quien se pasó los últimos seis años edificando esta casa sobre la planta
26 del edificio.Sin embargo, la construcción, hecha de roca, y a través de la cual pueden verse gran cantidad de árboles y arbustos, podría ser muy pronto demolida al no contar con los permisos necesarios.
Quejas
Los residentes del edificio han dicho a la prensa que temen que la mansión construida de forma irregular ponga en peligro la seguridad del edificio.Además, se quejan de que la estructura está causando estragos en sus apartamentos, como daños en techos, paredes y tuberías.
Según expresaron funcionarios de la oficina de gestión urbana del distrito, el dueño no dispone de ningún permiso del gobierno y le han dado 15 días para tirar abajo su villa.
Los corresponsales en China comentaron que este caso se ha convertido en un símbolo de la impunidad ante la ley que tienen las personas adineradas en China, entre quienes es común la práctica de construir casas sin el permiso correspondiente.
"Jardín ornamental"
Los vecinos afirman que llevan años quejándose de la mansión, que -según dicen- está dañando la estructura del edificio. Y acusan a las autoridades de no haber hecho nada en todo ese tiempo.También se quejan de las fiestas ruidosas que organiza el millonario y de las obras que se llevan a cabo durante la noche.
Por su parte, el dueño del edificio expresó su intención de demoler la estructura, aunque aseguró que no se trata de una mansión, sino de un "jardín ornamental".
Este tipo de construcciones no son raras en las ciudades de China donde la demanda de propiedades es alta.
Recientemente, un constructor en Hengyang, en el sur del país, también generó polémica por construir un complejo de 25 mansiones encima de un centro comercial.
Finalmente, el hombre obtuvo un permiso para conservarlas, pero con la condición de que las viviendas no fueran vendidas.