Niños desde los 8 años llegan
hasta el Centro Nacional de Adicciones en busca de alivio. La
dependencia a las drogas hoy no tiene exclusividad de edad, género ni
clase social. El crac es una de las más dañinas.
"Por
mi hijo tengo que estar bien porque me va a necesitar mucho. Ahora
estamos bien y vamos a salir adelante", afirmó convencida y con ganas de
ganarse el mundo M.I. quien con sus escasos 14 años está embarazada de 6
meses y se encuentra en proceso de rehabilitación en el Centro Nacional
de Adicciones por consumo de crac, una de las drogas más dañinas, según
expertos.
Lo de "la tercera es la vencida" no se cumplió con
ella, este es su cuarto ingreso para desintoxicarse, pero esta vez lo
hizo en forma voluntaria: "por mi hijo", repitió varias veces.
Pese
al futuro incierto, la adolescente que será madre en tres meses más,
contenta dijo que su bebé está bien pese a sus dos años de adicción.
"Empecé a los 12 años y acá estoy otra vez", contó. Su situación es
sabida por su madre con quien vive en Asunción y quien la espera afuera.
En
el centro, dentro del proceso de desintoxicación, recibe refuerzo
escolar con las asignaturas pendientes del colegio que dejó dos años
atrás, cuando se inició en el consumo.
"Sé que si sigo en lo mismo
no nos espera nada bueno. A veces me siento sola, pero acá me cuidan y
están pendientes de los dos", explicó al momento de cambiar de expresión
y con una ternura que se reflejaba en su mirada y rostro de niña
recordó y exclamó: "¡En octubre vienen mis 15 años también!" y su frase
se perdió en medio de una sonrisa que se convirtió en carcajada ante la
atenta mirada de los chicos que la acompañan en el centro.
Voluntad,
decisión, reflexión, recaídas, entusiasmo, tristeza, forman parte de
los estados por los que pasan quienes sufren de adicción, una enfermedad
crónica que no se cura y es recurrente como el caso de M.I., explicó el
doctor Manuel Fresco, director del Centro de Adicciones, dependiente
del Ministerio de Salud Pública (MSP).
"Si se tiene una
dependencia al crac, fumás y te volvés loco por repetir cada media hora y
durante la desintoxicación se corta la compulsión al consumo, entrás,
te limpiás y ya no tenés esa presión por volver a consumir enseguida.
No se tiene fisuras, como dicen, esa abstinencia, esa obsesión por el
consumo. Este periodo permite que puedas pensar mejor si vas a dejar, si
volvés al trabajo o si decidís hacer terapia", explicó.
Es un
momento para limpiar el cuerpo y la cabeza porque la situación es
distinta cuando un adicto está obsesionado con la droga y otra cuando
está en recuperación que no tiene un plazo, sino que es día a día.
INICIO.
El especialista manifestó la preocupación porque cada vez son más
jóvenes los que llegan al servicio en busca de ayuda. Es el caso de un
niño de 8 años traído desde Encarnación en situación de calle. Aclaró
que la dependencia no es exclusividad de chicos alejados del entorno
familiar, sino que niños de 10, 12 y 15 años con familia también caen en
la adicción por depresión, por el entorno... Otro aspecto guarda
relación con el género, cada vez son más niñas las que consumen y se
vuelven adictas.
El inicio se da por lo general con drogas
lícitas como el alcohol y los cigarrillos. "Antes solo los varones
tomaban alcohol, ahora también lo hacen las niñas. Las mujeres son más
sensibles al alcohol y más rápidamente desarrollan la dependencia y es
con el alcohol con el que se empieza, difícil que sea con crac, a no
ser que se tenga un entorno muy cercano de consumo", puntualizó.
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