La guerra de Siria continúa porque EE. UU. y Rusia quieren.
Mientras sigan existiendo intereses secundarios en la lucha por Siria va a ser muy difícil llegar a un acuerdo para el final de la guerra,
La Guerra Civil sigue en Siria, el último episodio de violencia se vivió el 23 de diciembre en la localidad de Halfaya, en la provincia central de Ham, cuando el Ejército del gobierno sirio bombardeó una panadería dejando cientos de heridos, según contaron fuentes de la oposición.El ataque contra la panadería se produce después de cinco días de escasez de pan, desde que los rebeldes tomaron el control de la ciudad de Halfaya, por lo que en el momento del bombardeo en el punto de venta se encontraban cientos de civiles.
Mientras los bombardeos y atentados entre los leales y opositores al régimen de Bashr al-Asad continúan, los grupos minoritarios, los alauitas y cristianos han formado grupos armados para proteger sus barrios, y así no verse involucrados en la guerra que asola en país, según un informe de la ONU que habla sobre los Derechos Humanos en Siria. Este mismo informe también advierte de que los grupos islamistas armados cada vez operan más por su cuenta sin estar coordinados con el Ejército Libre Siria, principal movimiento de la oposición.
De hecho varios grupos islamistas, entre ellos los dos más importantes que combaten en Siria, Liwa al Tawhid y Frente al Nosra, rechazaron la creación de la Comisión Nacional de Siria, y se pronunciaron a favor de la creación de un estado islamista.
"Nosotros, las facciones que combatimos en el área de la ciudad de Alepo y su provincia, anunciamos nuestro rechazo al complot que representa lo que se llama la Coalición Nacional y unánimemente nos pusimos de acuerdo en instaurar un Estado islámico justo", dice el vídeo difundido en el mes de noviembre por esos grupos, en el que un hombre lee una declaración.
"Rechazamos todos los planes exteriores, trátese de coaliciones o de consejos que se nos imponen, vengan de donde vengan", indica esta declaración firmada por un total de 14 grupos. Cabe recordar que la Comisión Nacional Siria (CNS) fue reconocida en noviembre de 2011 como el Gobierno legítimo de Siria, apoyado por la ONU, la Unión Europea o Estados Unidos.
"Apoyamos la Coalición Nacional, que traza un camino hacia el final del sangriento gobierno de Assad y el inicio de un futuro pacífico, justo y democrático que todo el pueblo de Siria se merece", afirmó en un comunicado el portavoz adjunto del Departamento de Estado estadounidense, Mark Toner.
No hay ninguna duda que los países occidentales, como EE. UU. o Turquía, apoyan a los rebeldes sirios. De hecho, desde que comenzó la revuelta en el país árabe les financiaron. En el caso de Estados Unidos indirectamente a través de Arabia Saudí y Turquía a lo largo de todo el 2012.
Otros países de la UE como Francia mostraron también su apoyo a la oposición siria.El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, lo expresó con estas palabras el pasado 30 de agosto, en el Consejo de Seguridad de la ONU: “Hemos decidido … intensificar nuestro apoyo a las redes de solidaridad locales que trabajan sobre el terreno y preparan la Siria de mañana … Un número creciente de pueblos, ciudades y regiones se han liberado del yugo del régimen de El Asad y han empezado a organizarse … El presidente Hollande ha anunciado esta semana nuestra decisión de asistir directamente a los comités de la resistencia que gestionan las zonas liberadas”. Ese mismo días anunciaron que gastarían 5 millones de euros en Siria, en la oposición, pero no detallaron específicamente en qué.
Mientras algunos países directa e indirectamente muestra su apoyo a Siria, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) es incapaz de llegar a un principio de acuerdo para la paz, todos sus intentos han fracaso: observadores desplazados al país no consiguieron ningún acuerdo ni el Consejo de Seguridad consiguió llegar a un acuerdo.
Gran parte de la culpa por la que el Consejo de Seguridad de la ONU no llega a una resolución sobre el futuro de Siria la tienen Estados Unidos y Rusia.
Estados Unidos quiere una resolución de exclusión aérea sobre Siria, para así poder intervenir como ya hicieran en Libia. Cualquier otra opción es descartada por EE. UU. Rusia, por su parte, no quiere una intervención militar en Siria, busca el diálogo y otras opciones.
La posición de Rusia en el Consejo de la ONU es clara e incluso entendible, ya que no quiere tener al eterno enemigo de la Guerra Fria, a EE. UU., en las puertas de su país. Además, Siria es un aliado en Oriente Próximo, pues es uno de los pocos que no se han arrodillado ante Estados Unidos, quien tiene un poder casi absoluto en la zona.
Otro de los motivo por el que Rusia apoya a al-Asad es económico. Rusia vende 2.700 millones de euros en armas a Siria, y Moscú tiene un papel clave en la modernización de la aviación del país árabe y de su sistema de defensa antiaérea. También existen lazos comerciales en el campo energético, especialmente con el gas.
Por lo tanto, mientras sigan existiendo intereses secundarios en la lucha que mantienen Rusia y Estados Unidos por Siria va a ser muy difícil llegar a un acuerdo para el final de la Guerra Civil que asola Siria. Pero lo peor, se lo lleva la población civil quienes o abandonan el país o tienen que vivir prácticamente en la miseria, mientras ven como sus Derechos Humanos vuelan por los aires. Si realmente estarían interesados en llegar a un acuerdo para el final de la guerra civil, ya se hubieran sentado a negociar los dos países.
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