La
mandataria dedicó el día a analizar su propuesta con diversos sectores
del país, recibió más rechazos que adhesiones y pareció que su idea
agonizaba antes de nacer, pero al caer la noche tomó forma y finalmente
será un plebiscito, aunque sin la Asamblea Constituyente que había
planteado este lunes.
"No
hay tiempo para realizar una Constituyente", como este lunes propuso
Rousseff, y la "Cámara de Diputados se manifestó en contra", por lo que
"la única convergencia posible es el plebiscito", dijo el ministro de
Educación, Aloizio Mercadante.
La
decisión de convocar la consulta en ese plazo obedece a que se pretende
que la reforma política esté en vigor para las elecciones
presidenciales y parlamentarias que se celebrarán en octubre del 2014 y,
según la ley, para eso debe ser aprobada un año antes.
En
el plebiscito, los brasileños opinarán sobre diversos aspectos de la
reforma, como si la financiación de las campañas debe ser sólo pública o
tener participación privada, aunque Mercadante aclaró que las preguntas
serán definidas en los próximos días, incluso junto con los líderes de
la oposición.
"Queremos una reforma política con una amplia participación popular", aseguró.
El
anuncio fue hecho en medio de nuevas protestas, convocatorias de otras
manifestaciones para mañana y la adhesión de los sindicatos al malestar,
con un llamado a una "jornada de luchas" para el 11 de julio próximo.
La
decisión de Rousseff pareció espolear al Parlamento, que desde hace
quince años discute la reforma política sin ningún resultado y hoy
anunció su intención de desempolvar una serie de proyectos que tramitan
desde hace años y están en línea con las exigencias de las
manifestaciones, que claman por mejores servicios públicos.
En
relación a la reforma política, el presidente de la Cámara de
Diputados, Henrique Eduardo Alves, declaró que el Legislativo "no
quiere" llegar al extremo de una Asamblea Constituyente.
"La
cámara va a hacer ese debate, pero no quiere que sea por la vía de una
Constituyente, porque eso retardaría más una discusión que el Congreso
tiene que hacer y debe hacer", declaró Alves, quien se comprometió a
resolver el tema en el segundo semestre.
Más
allá fue el presidente del Senado, Renan Calheiros, quien dijo que esa
cámara discutirá sendos proyectos de ley que proponen destinar el 10 %
del Producto Interno Bruto (PIB) a la salud y el mismo porcentaje para
la educación, cuya pésima calidad también es blanco de los
manifestantes.
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