martes, 18 de diciembre de 2012

Guía y Técnicas de Supervivencia
Sobrevivir
Una situación de supervivencia puede ser cualquier situación en donde se nos prive de las necesidades básicas dado algún accidente, catástrofe o simplemente porque salimos en alguna actividad recreativa a la naturaleza y nos perdemos. La naturaleza tiene ese doble sentido, es maravillosa, pero puede meternos en serios aprietos. En esos momentos, la voluntad de sobrevivir, la capacidad de controlar el miedo, y unos sencillos recursos nos pueden devolver a casa, sanos y salvos.
Es importante destacar que lo que usted encontrará aquí es una ayuda para salir adelante en una situación de sobrevivencia, pero no es todo lo que debe saber. Sin embargo, lo más importante en cualquier situación dificil a que se enfrente, sea sobrevivencia o no, es su actitud frente a los problemas. Se dice que mucha gente que se pierde o se ve enfrentada a este tipo de situaciones habría sobrevivido si no hubiera pensado demaciado en ¿PORQUE ME OCURRIO ESTO A MI? y se hubiera dedidaco a pensar ¿COMO ENFRENTO ESTO Y SALGO DE AQUÍ?.
Es por esto que lo primero que debe tener presente que el encontrarse ante esta situación requerirá de un ajuste psicológico al cual le debe dedicar un poco de tiempo. No olvide que el miedo es algo normal y es muy útil en la medida adecuada pues alerta sus sentidos y le ayuda a trabajar con eficiencia. Sin embargo si no controla el miedo y este le vence a usted, puede cometer torpezas que pueden llegar a ser muy lamentables.
Entonces prepárece para asumir su situación y no divage ni imagine cosas irreales y terribles, más bien dedique sus fuerzas a pensar que la naturaleza no actuará en su contra ni a su favor, si no que de usted depende como termine esta experiencia. Los ruidos nocturnos son algo normal y no están allí para asustarlo o algo similar, si no que forman parte de la naturaleza y del ciclo de muchas especies de esta tierra que en realidad no les interesa su presencia y que solo continuan con su ciclo de vida habitual.
En general los animales no atacan al hombre, más bien los evitan. Los animales venenosos actuan solo si se ven amenazados o molestados. Analícense los peligros o emergencias que nos pueden sobrevenir y prepare planes para afrontarlos. Es buena idea elaborar un programa de actividades que nos imponga disciplina al cuerpo y la mente, para así mantener la moral alta.

Importante
Se debe tener presente que en general la supervivencia humana siguen una regla de 3 y es facil de recordar:
1. Los humanos no sobreviven más de 3 minutos sin aire (existen excepciones dadas por el entrenamiento).
2. Los humanos no sobreviven más de 3 días sin agua.
3. Los humanos no sobreviven más de 3 semanas sin comida.
Sin embargo recuerden que lo mas importante es la actitud y el deseo de volver a casa ante todo. Hay muchas personas que se han visto en esta dificil situación y lo han logrado... Entonces, solo depende de nosotros.

Sugerencias
Mejor que tener que enfrentarte a una situación de sobrevivencia es evitar aquello o disminuir al maximo las posibilidades de que esto ocurra.
Antes de salir a cualquier lugar es recomendable:
1. Contarselo a alguien: es importante contar con alguien de confianza para contar donde vas y cuando esperas regresar (Un amigo, guardaparques, etc). Así hay mas posibilidades de que si te ves forzado a ser rescatado, esto se efectue más eficazmente.
2. Conoce el lugar antes de ir. Ojala lleves un mapa de la zona, pero si no es posible, familiarizate con la zona y/o memoriza pueblos y/o caminos más cercanos y su ubicación (norte, sur, etc).
3. Normalmente el mejor camino es encontrar un cuerpo de agua y seguirlo corriente abajo. Esto te asegura agua para beber, comida y la posibilidad de encontrar gente y pueblos, aun cuando no conozcas nada del lugar en el que estás.
4. Contruye o busca un refugio cuando aún tengas bastante luz. Por lo general esto se deja para último momento y depende la situación puede ser muy importante contar con un buen refugio. Un truco mas o menos eficaz para saber cuantos minutos de luz te quedan es poner la mano entre sol y el horizonte... cada dedo que pongas entre ellos son aprox. 15 min.
5. Usa el sentido común. No te muevas si estas perdido. Orientate primero, y luego avanza hacia donde quieras ir. Si estas cansado descansa. Si tienes hambre, busca comida.
6. Sonríe. Se ha comprobado que es lo mejor para subir el animo ante la adversidad... aunque no quieras hacerlo... y funciona!
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Es importante tener presente las distancias resultantes, y a modo estimativo podemos calcular 1 hora por cada 300 metros en subida, 500 en bajada y 3.000 en llano. Al desplazarnos hay que tener presente que lo normal es recorrer unos 35 km. diarios a buen paso.
Sobrevivir (de aqui en adelente obtenido de
Las siguientes acciones mejoraran nuestra situación y mantendrán nuestra mente ocupada alejando los sentimientos destructivos.
1.- Análisis de la situación: Se debe analizar la situación para organizar un plan. ¿Hay heridos? ¿Me amenaza algún peligro? ¿Tengo agua y alimentos? ¿Puedo obtenerlos por los alrededores? A la hora de trazar un plan hay que establecer prioridades. Hay que tener en cuenta los peligros del entorno y cómo evitarlos. En ocasiones, dependiendo de cada situación concreta, habrá que alterar el orden de las prioridades o sustituir unas por otras. Por ejemplo:
·  Prestar primeros auxilios
·  Preparar señales
·  Abastecerse de agua
·  Preparar un refugio
·  Abastecerse de comida
·  Prepararse para desplazarse (normalmente es mejor quedarse junto al vehículo accidentado).
Tenga además en cuenta que ahorrar nuestras energías es importante y que debemos utilizarla de buena manera. Recuerde que le estarán buscando, pero que es probable que pasen días antes de que ello ocurra, por ello evite la fatiga desmedida pues esto provoca una situación de desamparo que socava nuestra moral. Por ello, todo lo que hagamos tiene que responder a un plan y un objetivo preciso.
La toma de decisiones
Cada acción del sobreviviente implica una toma de decisión. La más grave tiene relación con la permanencia en el lugar en espera de ser hallado o el desplazamiento para encontrar auxilio. Para tomar esta última decisión puede ser recomendable el aventurarse un poco a explorar los alrededores. En estos casos hay que tomarse un tiempo en analizar los rasgos del paisaje y hacer un mapa mental del lugar. Debemos marcar el camino para poder volver sobre nuestros pasos y no perdernos, pues el golpe psicológico que provoca esta situación es durísimo. De todas formas siempre es una buena opción permanecer en el lugar pues es el primer lugar más probable al que acudirán los equipos de rescate.
Ya sea que decida partir o quedarse, debe procurar hacer buenas señales para que lo encuentren desde cualquier punto ojalá, y en caso de abandonar el lugar del accidente, señale muy bien y con claridad hacia donde se marchó y el día en que lo hizo. Procure ir dejando señales cada cierto tramo pues esto evitará que usted de vueltas en circulos por horas y ayudará a ser encontrado por los que encuentren las señales. Finalmente no tome decisiones abruptas de cambiar de dirección para que esto no despiste a sus socorristas.
La soledad
Quiero hacer un comentario sobre la soledad, pues es un sentimiento delicado que aparece en un momento determinado, y suele hacer mas daño del que a priori creamos. Cuando va pasando el tiempo, y el rescate se dilata, un nuevo sentimiento va apareciendo paulatinamente sin darnos cuenta: es la soledad. La voluntad de sobrevivir va perdiendo fuerza, y se socava la unidad del grupo. Lo mejor es prevenir su aparición, y para ello, mantener la mente ocupada vuelve a ser el antídoto maravilloso. Aun cuando pensemos que no necesitamos realizar ninguna tarea mas, mantener un programa de actividades, es conveniente. Proveerse de un refugio mas grande y mejor, llevar un diario, programar juegos con los que mantenerse en forma psicológica y anímicamente son recursos a tener en cuenta.
Ante todo siempre debemos mantener un pensamiento positivo, y mantenernos con vida es la base de toda acción. ¡Sobrevive!.
Preparación
Es cierto que nadie desea que se produzca una situación limite, pero si vamos a circular por zonas inhóspitas, al menos debemos saber que es un riesgo que corremos. Una preparación básica, es importante y mi consejo es:
A). Proveerse de un pequeño y sencillo equipo de supervivencia (del cual se hablara en próximos capítulos).
B). Llevar impreso un manual con trucos y técnicas de supervivencia (como podría ser esta guía).
C). Memorizar la mayor cantidad de información, sobre supervivencia, que nos sea posible. El conocimiento de las técnicas genera mayor confianza en su uso.
A partir de este punto, empezaremos a conocer las técnicas mas útiles, para recolectar agua, orientarse, construir un refugio, hacer fuego, etc. Muchas de ellas son básicas y no requieren conocimientos adicionales, en cambio otras necesitan conocimientos matemáticos o físicos, aunque no son de difícil comprensión.



Guía y Técnicas de Supervivencia
El Refugio
La función principal del refugio es protegernos de los peligros de medio ambiente. Un calor extremo puede producir un síncope o un golpe de calor; por el contrario, el exceso de frío produce hipotermias y congelaciones. En las zonas pantanosas nos pueden devorar los mosquitos y si nos calamos hasta los huesos mientras dormimos podemos coger una pulmonía, aparte de la incomodidad, la ausencia de descanso y el golpe contra nuestra moral que esto supone.
Un buen refugio, además de protegernos de los elementos anteriores, proporciona comodidad, seguridad y firmeza psicológica. El tipo de refugio que construyamos dependerá de nuestras necesidades, del tiempo que vamos a permanecer en ese lugar y de las herramientas de las que dispongamos. Siempre deberíamos incluir en nuestro equipaje al menos una buena navaja, un cuchillo de monte y una lámina de plástico de 2x2 metros o similar que ocupa y pesa poco y nos proporciona un techo impermeable. Si el peso no importa, también podemos incluir un hacha pequeña o un machete.
Donde establecernos
Para situar el campamento escójase dentro de lo posible una zona seca, situada en una protuberancia, no en la zona mas baja de los alrededores, de esa manera evitaremos el agua de inundación y tendremos una perspectiva mejor de la zona en la que nos encontramos. Ha de quedar lejos de pantanos, ciénagas, en suma de aguas retenidas, pero no demasiado lejos de algún manantial o río, que nos servirá de reserva de agua fresca. Con estas precauciones, alejamos la molestia de los mosquitos. Se estudiaran los vientos predominantes, para hacerlo abrigados de los mismos. Evitaremos las zonas cercanas a las laderas, pues suponen un riesgo en caso de lluvia, aunque también lo es los cauces de ríos secos, ya que en cuestión de horas pueden contener agua y llevarnos por delante, sin que hayamos advertido la lluvia (podría haber llovido a decenas de kilómetros).
Es importante prestar atención a los alrededores para no darnos cuenta, una vez terminada nuestra construcción, de que tenemos un hormiguero o un avispero como vecinos. El fuego ha de estar situado a una distancia prudencial, con el fin de evitar que las llamas alcancen el lugar donde dormiremos. El humo por otro lado, nos ayudara a mantener alejados los mosquitos, aunque pueden atraer (el calor) otros visitantes no deseados.
Como consejo adicional, si nos encontramos en el desierto, aprovéchense todas los accidentes naturales que puedan proveernos de sombra, podemos buscar una cueva, con sumo cuidado de revisar su interior (animales, etc). Incluso podemos usar construcciones abandonadas indígenas. El caso es disponer de algo de sombra, pues seria mas fácil nuestra supervivencia. En selvas, bosques, etc, no tendremos ese problema. Es importante tener en cuenta una buena aislación del suelo. Un Colchon de hojas puede tener doble utilidad al aislar y mantener el calor, además de servirnos para dormir mas blando, comodos y suave.
Tipos de refugios
Vehículo
Si nos encontramos en una situación de supervivencia real por haber sufrido un accidente y nuestro vehículo aún está habitable, puede constituir un buen refugio. De lo contrario prestemos atención al material que lleva dentro y que podría servirnos. Los periódicos son un buen aislante; si disponemos de ellos utilicémoslos para cubrir las ventanas y protegernos mejor del frío. Si necesitamos hacer fuego y no disponemos de cerillas ni mechero podemos empapar con gasolina un trozo de tela, de papel, de esponja de los asientos, etc. y hacer chispas sobre él cruzando los terminales de la batería. Si quemamos o añadimos aceite de motor al fuego conseguiremos un humo negro y denso excelente para hacer señales.
Refugios naturales
Son refugios cuya construcción requiere poco o ningún esfuerzo por nuestra parte. Se improvisan en hendiduras y oquedades de rocas, cuevas, formaciones del terreno y de la vegetación. Una hendidura en una pared rocosa que nos proteja de la lluvia y el viento y no ofrezca riesgos de desprendimientos es ideal. Sólo tendremos que preocuparnos de construir un lecho seco y confortable.
Refugios improvisados
Son los que construimos con los materiales que encontramos en la naturaleza o que llevamos en nuestro equipaje.
Refugio con una lámina de plástico
Si disponemos de una lámina de plástico suficientemente grande podemos improvisar un refugio tendiendo una cuerda entre dos árboles y colocando la lámina como una tienda de campaña clásica. En los extremos envolveremos unas piedras que luego sujetaremos con unas orquillas de madera o las anudaremos y las afirmaremos con cuerdas y piquetas improvisadas con unos palos de madera resistente. Si cavamos una zanja alrededor evitaremos que nos anegue el agua en caso de tormenta.
Una Agua
Es probablemente el más clásico de los refugios de supervivencia. Utiliza un armazón de madera, pero si utilizamos uno o dos árboles como columnas nos ahorraremos mucho trabajo y el refugio ganará en solidez. En climas fríos utilizaremos un fuego para calentarnos y un reflector de troncos detrás para aprovechar mejor el calor. Por ello es importante tener en cuenta la dirección del viento si no queremos terminar ahumados. El techo lo cubriremos de materia vegetal. En algunas zonas es fácil encontrar grandes hojas con las que construir un techo impermeable ensamblándolas a modo de tejas. También se pueden improvisar tejas con trozos de corteza. Si no, un techo de hierba seca y paja, si es lo suficientemente grueso, también nos proporciona cierta impermeabilidad.
Refugio con un árbol caído
Hay que cortar algunas ramas para hacer una oquedad en la copa caída. Es un refugio acogedor y, si el árbol es frondoso, nos protegerá del viento, pero no de la lluvia.
Refugio con soporte de ramas en forma de A
Es otro refugio clásico y que ofrece mayor abrigo que el cobertizo. Se construye con un armazón de palos que adoptan la forma de una tienda de campaña canadiense tradicional o de una A. Se cubre con una capa de hojas grandes a modo de tejas, y por encima de éstas una capa de hierba, hojarasca, ramas que no perforen las tejas para evitar que el viento nos levante el techo.

Refugio de tronco
Es un tipo de refugio únicamente apropiado para pasar cortos periodos de tiempo porque no suele ser muy cómodo, a no ser que el tronco posea un gran diámetro. Consiste en un sencillo cobertizo que se realiza apoyando una serie de ramas sobre un tronco caído y cubriéndolas con los materiales indicados anteriormente. El problema de este refugio serán los insectos que viven asociados a este árbol caído.
Plataforma con tela mosquitera
Este refugio nos aísla del suelo y nos protege de insectos. Si se le añade un techo nos protegerá además de la lluvia. El lecho lo cubriremos con hojas de palmera u otra material.
El lecho
Es una parte fundamental de nuestro refugio. Debe de ser blando, seco, horizontal y caliente (excepto en el desierto, que será fresco). Esto lo lograremos escogiendo bien el emplazamiento (huir de zonas con humedad), quitando los palos y piedras que pueda haber en el suelo, y aislándonos bien de éste con hojarasca, helechos, ropa, etc.
En el desierto
En el desierto debemos protegernos del sol y del calor. Otros factores importantes son las tormentas de arena y las, en ocasiones, frías temperaturas nocturnas. En estas condiones debemos evitar la perdida de agua al máximo que podamos.
Se recomienda enterrarse en la arena para minimizar las pérdidas de agua y protegerse del sol. También podemos cubrirnos con una tela de paracaídas si disponemos de ella. Para construir un refugio o desplazarse escójanse las horas más frescas del día, al amanecer o al atardecer. La temperatura suele ser varios grados más baja a unos centímetros por debajo del suelo, por lo que excavaremos un hoyo que cubriremos con una tela o el material del que dispongamos y que nos ofrezca sombra.
Cuando el frío se acerca a valores extremos, el refugio se convierte en el elemento del que dependerá nuestra supervivencia, y su construcción pasa a ser la principal prioridad.
En la nieve
No debemos olvidar que el viento agrava los efectos negativos del frío.El propósito fundamental del refugio en zonas frías es retener nuestro calor y el producido por otras fuentes de calor que podamos emplear. Para eso es necesario que no haya corrientes de aire y que el refugio no sea grande en exceso. Un refugio pequeño es más caliente y da menos trabajo que uno grande.
Cueva de nieve
Después del iglú, probablemente sea el mejor refugio para zonas frías. Se necesita una pala u otro utensilio improvisado (un plato, un palo...) con el que cavar donde haya nieve amontonada. Debe excavarse una cueva pequeña (cuanto más grande más dificil será de calentar) con un lecho a unos 40 cm por encima del nivel del suelo y, si se desea, también podemos añadir una plataforma para cocinar con un hornillo 30 cm más alta. No debemos olvidarnos de practicar un agujero de ventilación en la parte de arriba y otro en el bloque de hielo o nieve compactada que sirva de puerta. La pala debe guardarse dentro por si es necesario utilizarla para salir por la mañana. Encendiendo una simple vela en el interior de este refugio conseguiremos que la temperatura aumente varios grados.

Guía de supervivencia: