
Los agentes federales veían con
horror una fotografía en Internet en la que un hombre desconocido
solicitaba un consejo que revuelve el estómago: cómo violar a la niña
que se encontraba junta a él.
La niña vestía un pijama y parecía que el hombre abusaría de ella en
cualquier momento. Los agentes del Departamento de Seguridad Interior
sabían que estaban en una carrera contra el tiempo para salvarla.
En una oficina estrecha y sin ventanas cerca de la ciudad de Washington
D.C., el agente especial Jim Cole está sentado frente a un conjunto de
pantallas de computadora. El cuarto es modesto, pero la tecnología que
Cole utiliza no tiene par.
Cole mostró al Proyecto Libertad de CNN la manera en que los agentes
del Departamento de Seguridad Interior persiguen a los pederastas. Su
tono de voz cambia a medida que empieza a contarnos sobre la niña de 11
años y este caso especial que la agencia ha llamado “Girasol”.
“Esta serie (de fotografías) Girasol estaba siendo publicada en
internet por un individuo que estaba buscando información sobre cuál
sería la mejor manera de violar a esta pequeña niña y salirse con la
suya”.
Cole, quien tiene hijas, dijo que empezó a revisar las fotos que se
estaban publicando en línea para encontrar pistas que pudieran revelar
la ubicación. Y sabía que no tenía mucho tiempo.
“Los consejos que estaba recibiendo en línea iban desde drogarla
hasta atacarla brutalmente,” dijo Cole. “Estaba en progreso, así es que
estábamos muy preocupados por su bienestar.”
El agente se percató de una señal de tráfico borrosa a través de la
ventana. Era su primera y mejor pista. Él y sus colegas se dispusieron a
trabajar. La señal de tráfico parecía un logotipo de un girasol, una
clave que llevó a los agentes hasta Kansas, donde el girasol es la flor
estatal.
Con toda seguridad, el primer número de esa señal era un 2. Sin
embargo, los otros números estaban demasiado borrosos para saber con
seguridad de qué carretera se trataba.
“Empezamos a observar la señal de tráfico. A la mayoría nosotros nos
parecía que se trataba de la carretera 203 y, de hecho, hay una
carretera 203 en Kansas, [pero] al bajar del avión llegando a Kansas, el
agente local dijo “no es la 203, acabamos de manejar a lo largo de toda
la carretera y no existe tal señal ahí”.
Así que Cole y los otros agentes comenzaron a manejar a lo largo de cada carretera en Kansas que comienza con un 2.
"Al final de la carretera, donde entroncaba con otra encontramos la
señal. Salté del vehículo en una carretera muy transitada y casi me
atropella un coche", contó.
Al saber la ubicación aproximada, Cole llamó al jefe local de
policía, quien reconoció una piscina en un patio trasero en otra de las
fotografías. Tras ello, realizaron una redada y arrestaron al sospechoso
antes que el ataque pudiera escalar al punto de llegar a una violación.
“Cuando entramos esa mañana, (la niña de 11 años) todavía llevaba puesta la pijama con la que aparecía en las imágenes”.
Una vocera del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por
sus siglas en inglés) señaló que la niña se encuentra a salvo y
viviendo con sus padres. La vocera agregó que el sospechoso también era
un menor, de 16 años, que declaró ser culpable y fue sentenciado a
servir 48 meses en un centro de detención juvenil.
El exdirector del ICE, John Morton al hablar en enero exaltó el éxito
de esa misión y las siguientes redadas — llamadas Operación Girasol
tras el caso de la niña en Kansas— en las que se rescataron a 123 niños.
Esto recordó a los estadounidenses que si bien había buenas noticias
que reportar, los peligros que los niños enfrentan en línea y en otros
lados siguen latentes.
“Si bien los arrestos de la Operación Girasol han sido
satisfactorios, hoy es obviamente un día de emociones encontradas, ya
que esta operación es en, último los casos, una historia de la
explotación perversa, generalizada y violenta de los niños muy jóvenes
para satisfacer los obscuros placeres de un grupo de adultos perversos,”
dijo Morton.
“Tristemente, algunos de los niños eran muy pequeños. Por ejemplo,
algunos de los niños que rescatamos tenían entre dos y tres años de
edad. Nueve niños tenían entre 4 y 6 años de edad.”
En los primeros seis meses de 2013, los agentes del Departamento de
Seguridad Interior han rescatado a 337 víctimas infantiles y han
encarcelado a 964 presuntos predadores infantiles.