Una protesta contra el gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral, y la visita del papa Francisco a Brasil, desembocó en enfrentamientos entre los manifestantes y la Policía Militar.
Se informa de que un policía resultó herido y al menos dos manifestantes fueron detenidos durante los enfrentamientos.
La Policía utilizó gases lacrimógenos, balas de goma y el camión de agua para dispersar a unos 1.500 protestantes que se habían congregado cerca del Palacio de Guanabara, donde se llevó a cabo la ceremonia de recibimiento del Sumo Pontífice.
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