Por lo menos 78 personas murieron cuando un barco que llevaba inmigrantes africanos con destino a Italia se incendió y se hundió frente la isla siciliana de Lampedusa, lo que hizo que cientos de pasajeros se lanzaran al mar, informaron las autoridades italianas. Unas 260 personas seguían desaparecidas.
Se trata de uno de los accidentes más mortíferos en tiempos recientes que ocurre en el peligroso cruce desde África para los emigrantes que buscan una mejor vida en la Unión Europea.
Antonio Candela, comisionado de Salud del gobierno de Palermo, declaró a la agencia de noticias LaPresse que se han recuperado 78 cadáveres y que siguen las operaciones de búsqueda y rescate.
Hasta el momento se han rescatado 159 personas, pero se cree que en la embarcación viajaban hasta 500 personas, y aún no se han hallado a 260.
En una señal de la escala de la tragedia, el ministro del Interior Angelino Alfano cancel su programa de actividades del jueves y se dirigió a Lampedusa a fin de supervisar las operaciones de rescate directamente. El papa Francisco, que visitó Lampedusa en julio, envió de inmediato sus condolencias.
"Se trata de una tragedia de grandes proporciones", dijo el alcalde de Lampedusa Giusi Nicolini, agregando que entre los muertos había por lo menos un niños de tres que viajaban y una mujer embarazada.
Los inmigrantes venían de Eritrea, Ghana y Somalia, informó el servicio de guardacostas.
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