sábado, 27 de julio de 2013

Los peores experimentos con humanos realizados por EE.UU.


 En el pasado de Estados Unidos abundan los experimentos inhumanos que afectaban tanto a otros países como a sus propios ciudadanos.
A continuación le ofrecemos algunos de los más crueles.

MKULTRA, Subproyecto 68

El proyecto de la CIA MKULTRA, que pretendía encontrar métodos para controlar la mente, pagó al doctor Donald Ewen Cameron, quien encabezó experimentos en el marco del Subproyecto 68.

En su Instituto Memorial Allen en Montreal el doctor sometía a los pacientes ingresados con depresión bipolar o trastornos de ansiedad a una 'terapia' que les dejó serios daños y alteró sus vidas de manera irreparable.

Entre 1957 y 1964 Cameron sometió a sus pacientes a una terapia electroconvulsiva, que sobrepasaba en 30-40 veces las normas.

Ponía a los pacientes en estado de coma inducido por drogas durante meses y reproducía cintas con declaraciones simples o ruidos repetitivos una y otra vez. Las víctimas olvidaron cómo hablar, de sus padres y sufrieron amnesia grave.

Todo esto ello se perpetró contra ciudadanos canadienses porque la CIA probablemente consideraba demasiado arriesgado realizar estas prácticas en estadounidenses.

Para lograr de que el proyecto siguiera financiándole, Cameron involucró a niños en los experimentos y en una ocasión indujo a un niño a tener sexo con un alto funcionario gubernamental. La grabación de esta escena la utilizó para realizar chantajes.

Soldados en cámaras de gas mostaza

A medida que se intensificaba la investigación de las armas químicas en los años 40, el Gobierno de EE.UU. no vaciló a la hora de involucrar al personal militar en sus experimentos.

Para probar la eficacia de las armas y métodos de defensa, se utilizaba gas mostaza y otros productos químicos que dejaban quemaduras en la piel y arruinaban los pulmones sin que los soldados lo consintieran o conocieran el experimento.

Probaban máscaras antigás y ropas de protección encerrando a los soldados en cámaras de gas, una práctica que evoca las imágenes de la Alemania nazi.

Entre los agentes utilizados se encontraba la lewisita, compuesto que fácilmente penetra la ropa e incluso la goma.

Al contactar con la piel, el gas inmediatamente provoca un dolor extremo, picor, hinchazón y erupción. Grandes ampollas llenas de líquido se desarrollan 12 horas después de la exposición en forma de quemaduras químicas sumamente graves. Y eso solo en el contacto de la piel con el agente.

La inhalación del gas provoca un ardor en los pulmones, estornudos, vómitos y edema pulmonar.

Lo que se refiere al gas mostaza, sus efectos son asintomáticos hasta aproximadamente 24 horas después de la exposición. Sus efectos primarios incluyen quemaduras graves que se convierten con el tiempo en ampollas llenas de fluido amarillo.

El gas mostaza tiene propiedades mutágenas y cancerígenas que han matado a muchas personas expuestas. Aunque hay un tratamiento disponible, las quemaduras del gas mostaza se curan muy lentamente y son extremadamente dolorosas. Las quemaduras que el gas deja sobre la piel son a veces irreparables.

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